Río de Janeiro, tiene un gran peso cultural y turístico en la nación brasileña, sin lugar a dudas gracias a su belleza, convirtiendo sus muchos destinos en los más demandados a nivel internacional.
Considerando la gran variedad de destinos, a continuación queremos hablarte de algunas de las mejores opciones para el turismo si eres extranjero.
¿Qué ver en Río de Janeiro?
Siendo una ciudad tan grande es imposible ver todos sus monumentos, museos o playas en un solo viaje. Sin embargo, hay ciertos lugares que no se pueden pasar por alto. Entre estos se distinguen:
Escaleras de Selarón
El barrio de Lapa se considera una de las fuentes más importantes para los artistas y es el centro cultural más importante de la ciudad.
Su arte consta de 200 peldaños decorados con azulejos. La mayoría de los azulejos fueron regalados a Selarón por curiosos o amantes del arte, no solo nativos de Brasil, sino de otras partes de Europa, América y Asia. En cualquier hora del día se puede subir la colina, entre las casas, y comenzar este bello recorrido.
Sin lugar a dudas un lugar único para la fotografía en Río.
Barrió Santa Teresa
Si no se dispone de un gran presupuesto para visitar la ciudad, lo más recomendable es no perderse este barrio.
Una de las mejores actividades que hacer es subirse a bordo del bondinho amarillo. Por US$5.00 se puede disfrutar del único tren eléctrico que dispone la nación, tanto de ida como de vuelta.
Por otro lado, el barrio de Santa Teresa se considera uno de los centros más emblemáticos de arte urbano. Contiene una gran cadena de bares, presumiendo la calidad de la comida brasileña es uno de los centros gastronómicos que tenemos que tener en mente como turista.
Catedral Metropolitana
Está dedicada a San Sebastián, patrono de Río de Janeiro, y es una de las estructuras más alucinantes de la ciudad. Desde lejos se puede observar su hermosura, pero de cerca se aprecia, en su totalidad, la arquitectura triangular ideal para los apasionados de la arquitectura.
En el centro, se ubica una cruz de madera sostenida por cuatro cables, paralelos a los cuatro puntos cardinales: norte, este, sur y oeste.
Ir al mediodía puede ser una alternativa viable, pero cuando esconde el sol, se podrán apreciar detalles que si no serían imposibles de percibir. Las tonalidades naranjas penetran los cuatro vitrales, ofreciendo un gran espectáculo para los ojos.
Playa de Copacabana
Se aconseja usar el metro para recorrer una larga distancia o el autobús, desde cualquier sitio, ya que suele pasar cerca de esta playa. El costo promedio del viaje es inferior a tres dólares por cabeza.
Una vez en Copacabana lo más óptimo sería caminar, no solo porque es una de las playas más concurridas de la nación, sino porque de otra forma se perderían detalles excepcionales de la misma.
Cuenta con más de seis kilómetros de largo y una extensa cadena de kioscos, bares y restaurantes. Alberga el mayor conjunto de comida callejera existente en Brasil.
Por su parte, presume las obras de grandes artistas, como Roberto Burle Marx, ubicadas en el suelo, entre otras maravillas visuales que se pueden encontrar en casi todo el terreno.
